COSMÉTICA NATURAL PAQUITA ORS

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Paquita Ors, el triunfo de una idea y de una manera de entender la cosmética.

Junto a una innovadora formulación, confía en la botánica para el cuidado y mejora de la piel, siendo pionero en la cosmética vegana.

Jerónimo Ors, es el actual director de la firma de cosmética natural Cosméticos Paquita Ors. Licenciado en Farmacia, se incorporó a Cosméticos Paquita Ors a finales de los 80 como director técnico ampliando la línea de Investigación y Desarrollo en los años ochenta, lo que se ha materializado en más de setecientas formulaciones, producidas y distribuidas en la actualidad. Ha sido profesor en diversas universidades y responsable de formación de farmacéuticos desde la Vocalía de Dermofarmacia, del Consejo General de Farmacia. Junto a una innovadora formulación, confía en la botánica para el cuidado y mejora de la piel, siendo pionero en la cosmética vegana.

Es hijo de la conocida Paquita Ors, farmacéutica y fundadora de la marca homónima, quién durante los años 90 colaboró intensamente en los medios de comunicación llegando a tener su propio programa de cosmética en TVE.

El triunfo de una idea y de una manera de entender la cosmética Cosméticos Paquita Ors es, además de una empresa, el triunfo de una idea y de una manera de entender la cosmética, con más de 35 años ayudando a las personas a conocer su piel.

“La firma realiza su producción de forma semiartesanal, lo que permite seleccionar todas y cada una de las materias primas de una absoluta pureza. El laboratorio de esta compañía cosmética se encuentra en Zaragoza, y posee tiendas en Barcelona, Madrid, Valencia y Zaragoza.”

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Jerónimo Ors en su establecimiento de Valencia.

Su sistema de trabajo es eminentemente humanístico porque está hecho a la medida humana. No fabrican grandes cantidades, ya que su volumen de producción está siempre adaptado al del consumo y esto es posible porque ellos fabrican, envasan y venden y el espacio que media entre el inicio de la producción y su consumo es muy breve. Una atención constante les permite regularlo de modo que ningún producto pueda envejecer, con lo cual la cantidad de conservantes que utilizan es mínima.

Su tipo de producción semiartesanal les permite seleccionar todas y cada una de las materias primas de una absoluta pureza. Por otro lado, su contacto directo con el público, les mantiene informados de sus necesidades y así tener productos para cada problema: preparan más de 700 fórmulas distintas.

Este método les permite incorporar con toda rapidez a nuestros preparados los últimos descubrimientos de la ciencia, que recogemos en los Congresos Internacionales y en nuestro departamento de investigación.

Están en constante innovación, son una una empresa moderna, científica y en continuo desarrollo e innovación. Sus pilares son la potencia y la eficacia de los productos, un carácter social para que todo el mundo tenga acceso a ellos, una atención personalizada y un seguimiento continuado. Tienen productos enormemente potentes, pero que requieren un diagnóstico cuidadoso de la piel, para que sean adecuados.

Desde hace 35 años, cuidan de la ecología de la piel y lo hacen buscando lo mejor de los dos mundos, es decir, el grueso de su innovación se basa en el mundo vegetal, pero también utilizamos, cuando lo consideramos interesante, productos de síntesis como péptidos o antioxidantes. Se han ido especializando en cosmética personalizada.

“Tratan pieles hipersensibles o con tendencias anómalas a causa de tratamientos con medicaciones potentes y continuadas, o por situaciones de ansiedad que pueden alterar los biorritmos. Realizamos fórmulas a medida, con todas las garantías de seguridad, pero con formulaciones adaptadas a la casuística de cada piel.”

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Cosmética Paquita Ors ofrece más de 700 formulaciones para el tratamiento de todo tipo de pieles.

El Huerto de la Media Legua propiedad de la familia Ors es también el Huerto de la Media Legua en Zaragoza; un jardín que acoge más de mil trescientas variedades de rosas, cientos de ellas de origen medieval. El huerto toma su nombre del puente de la Media Legua, que se encuentra a media legua de Zaragoza, y desde hace 50 años se cultivan rosas en él. A día de hoy es una de las rosaledas más grandes de España en variedad.

El creador de este jardín fue Julio Palazón, padre de Jerónimo Ors. En la actualidad, Jerónimo continua el legado de su padre y a partir de esas rosas, la firma Cosméticos Paquita Ors elabora su agua de rosas, tónicos y otros productos de belleza.

Importante recalcar que sus productos son para todas las edades, y en Cosméticos Paquita Ors a diferencia de las grandes marcas prescindió de envases sofisticados, publicidad y de la enorme parafernalia que muchas veces rodea a la cosmética.

Pues confían solamente en que la potencia de los productos junto con un cuidadoso análisis de la piel sería una fórmula segura de éxito, como lo ha sido de una manera indudable. Cuentan con una gama de productos muy amplia: antienvejecimiento facial con cremas de noche, cremas de día, ojos y sérum. Productos exclusivos para tratamientos. Productos de limpieza de la piel y el cabello.

Una delicada línea corporal. Tratamientos capilares como champús, lociones, mascarillas entre otros. Línea de productos masculina. Productos solares. Líneas de color compuesta por maquillajes, tintes capilares, polvos faciales, correctores de ojos, tratamiento de pestañas, sombras de ojos, barras de labios, perfiladores, productos para las uñas y otros accesorios. También contamos con perfumes femeninos, masculinos y para niños. Y también tienen una pequeña gama de complementos dietéticos para la salud.

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Junto a una innovadora formulación, confía en la botánica para el cuidado y mejora de la piel, siendo pionero en la cosmética vegana.

Visitamos su centro de Madrid y hablamos con Jerónimo Ors, el farmacéutico y CEO de la firma de Cosmética Paquita Ors.

S.G. ¿Cuál es la piel más difícil que se ha encontrado?

J.O. En los casi cuarenta años que tengo de experiencia, he analizado varios cientos de millares de pieles y, por supuesto, cada una de ellas ha sido un reto, porque detrás de cada piel existe una persona, con su fisiología, sus hábitos de vida, su medicación, su reactividad, sus alergias, sus ansiedades y sus alegrías. Esto hace que literalmente cada piel sea distinta y un mundo en sí. Sin embargo, siempre me resultan particularmente importantes y conmovedoras las personas que reciben uno de esos terribles diagnósticos médicos, suyos o de una persona amada, que hace que el estrés y la ansiedad alcancen unas cotas terribles y donde literalmente todos los sistemas de la piel se alteran: la circulación, los biorritmos, el aporte de oxígeno y, sobre todo, las defensas.

Por supuesto, en el laboratorio contamos con todo tipo de armas para ayudar a una persona que se encuentra en esta situación; pero, he de decir que además procuro implicarme especialmente, porque siento una especial empatía en tratar a estas personas que acuden a mí, en medio de su zozobra, para que les ayude con su piel.

Otro grupo de personas muy numeroso son las personas sometidas a tensión laboral. Actualmente, tratamos a muchos jóvenes, hombres y mujeres, que tienen un trabajo exigente con largas jornadas, niveles de estrés muy alto, una alimentación que muchas veces no es la más adecuada y falta de sueño. Todos esos factores hacen que la piel literalmente se desafine y empiece a “sonar mal”: aparecen granitos, rojeces, sensación de disconfort, escamas o caída de cabello. Estos jóvenes profesionales -maestras, consultoras, profesionales de la sanidad, empleados de banco o informáticos por citar solo algunas de las profesiones con más carga de estrés-, necesitan tratamientos calmantes con plantas como el regaliz, la caléndula, el aloe u otras muchas que ayuden a combatir el estrés en la piel.

S.G ¿Qué es lo que hacemos mal a la hora de cuidar nuestra piel?

J.O. Fundamentalmente no escucharla y no fijarnos en lo que está contándonos. Nuestra piel tiene un diseño extraordinariamente perfecto y, lo que es aún más llamativo, nos avisa y nos va explicando de forma más o menos sugerente cómo está y lo que puede necesitar. Por ejemplo, si notamos la piel irritada y tirante no tenemos que aplicarnos retinol o sustancias estimulantes, sino, por el contrario, cosméticos que incorporen plantas calmantes como la caléndula, la avena o el aceite de cacay. Es lo mismo que una persona está nerviosa y con el pulso alterado no se toma otro café.

S.G. ¿Cuál es el procedimiento en Paquita Ors desde que entra un cliente en la tienda para buscar una solución a su problema?

J.O. En primer lugar, hay que ver el rostro, las manos y el cabello analizando lo que está bien y lo que no; comentándoselo a la persona, para que ella también nos indique lo que echa a faltar en su imagen.

Es importante hablar con la persona, porque la piel de cada uno es ella y su circunstancia. Si cambia la circunstancia cambia la piel. No es lo mismo estar de vacaciones que tener un pico de trabajo que nos agobia. No es lo mismo tener anemia o tomar determinadas medicaciones que estar muy sano. No es lo mismo tener un trabajo sedentario que uno dinámico en el que se pasan muchas horas al aire libre. Por eso nos gusta averiguar los hábitos de vida de la persona, su situación vital, y cuantos más datos, más fino es el diagnóstico y la proyección de lo que la piel va a necesitar en los próximos meses.

Por supuesto, y una vez iniciado el tratamiento y siempre de forma completamente gratuita, hacemos un seguimiento modificando o perfeccionando. Podemos decir que nos dedicamos a afinar la piel hasta que esta muestra todo su potencial. Siempre trabajando en Biomímesis, es decir, escuchándola y aprendiendo de la persona y de su piel.

S.G. Hoy en día los adolescentes se cuidan mucho más, pero habrá observado que a través de las diferentes plataformas se trasmiten unos cuidados y consejos que son en su mayoría erróneos. Como experto, ¿qué opina al respecto?

J.O. Hay un tratamiento para cada edad y cada circunstancia. No obstante, en el caso de la adolescencia temprana o la niñez, estamos hablando de unos básicos muy mínimos. Solo en el caso de que haya tendencia al acné o a la reactividad extrema, como pueden ser las pieles atópicas, es necesario tratar las pieles de gente con menos de 18 años. Es imprescindible eso sí la fotoprotección. El hecho de que adolescentes de corta edad utilicen retinol o sustancias antienvejecimiento es un absoluto disparate, que lo único que va a hacer es irritarles la piel. Incluso el maquillaje no les beneficia, hay que utilizarlo solo de forma excepcional y tienen que ser poco cubrientes.

Que alguien recomiende, por ejemplo, aplicarse orina en el rostro es una absoluta irresponsabilidad, ya que se pueden producir infecciones de piel o alteraciones que luego habrá que tratar.

S.G. ¿Cuándo debe empezar una persona joven a cuidarse la piel? ¿ Y cómo debe hacerlo?

J.O. Hay casos en que por una tendencia al acné o a la dermatitis hay que empezar muy pronto antes de que las malas tendencias se conviertan en serios problemas. Y desde la más temprana edad la protección solar es fundamental, para evitar los terribles problemas de envejecimiento solar que se ven actualmente a partir de los cincuenta. Un daño por otra parte que estamos aprendiendo a que sea reversible gracias a plantas como la centella asiática.

Pero, hablando en general, los 18 años es una buena edad para empezar a cuidarse de forma muy básica. Fundamentalmente, con cremas hidratantes probióticas, porque el calentamiento global y el aumento de las temperaturas ha incrementado enormemente la deshidratación de la piel, incluso en personas jóvenes.

S.G. Y si es mayor de cincuenta y nunca has cuidado tu piel. ¿Cómo debe empezar?

J.O. Con los años la piel manifiesta el daño solar, por las horas de exposición al aire libre. Yo formo parte de esa generación en la que tomábamos el sol con bastante poco fundamento y nos exponíamos al aire libre sin ningún cuidado. Para evitar los estragos del daño solar contamos con tres tipos de productos extraordinariamente eficaces: el retinol, el bakuchiol y los triterpenos de centella asiática. Los tres tienen la capacidad de espesar los estratos de la piel envejecida por la radiación ultravioleta y evitar las consecuencias del envejecimiento acelerado.

Por otro lado, hay que utilizar cremas antioxidantes y antiradicales libres. Lo que constituye la principal causa del envejecimiento de la dermis. Contamos con todo tipo de sustancias antioxidantes biocompatibles como la vitamina C, el fullereno o el té verde por citar solo algunas.

S.G. ¿Cuál es el secreto de Cosméticos Paquita Ors para que a día de hoy siga siendo un éxito?

J.O. Yo creo que nuestros dos pilares fundamentales son: uno, la curiosidad científica, intentando siempre perfeccionar las fórmulas, buscando nuevos activos o nuevos mecanismos que ayuden a mejorar la piel; y dos, el deseo de ayudar a las personas para que se encuentren mejor con su piel.

De todos los órganos del cuerpo, la piel es el que tenemos más presente, el que más satisfacciones nos produce y el que tiene un envejecimiento más visible. Por eso, su deterioro, no solo el estético, sino también el funcional, es el más preocupante y el que más ansiedad genera. Esa es la razón por la que ayudar en ese campo es tan satisfactorio y tan gratificante para mí.

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