Si en el universo de la literatura “Malena es un nombre de tango” para nuestra querida y admirada Almudena Grandes, en el panorama actual de la moda española contamos con uno de los diseñadores que mejor entiende todo aquello que rodea lo femenino. Juan Vidal a lo largo de su corta pero intensa trayectoria, se ha convertido en uno de esos “maestros” casi imprescindibles a la hora de interpretar a la mujer y de trasladar hábilmente y de una forma impecable, el arte y el buen hacer de un creador al servicio de la
costura.
La mujer y solo ella como hilo conductor, es la gran protagonista de este “bis a bis” con el diseñador de Elda. Pero no quiero hoy Juan, hablar contigo de tus colecciones, de esa infinidad casi incuantificable de premios que has recibido a lo largo de tu trayectoria. Es más, me da pereza reiterar en mis preguntas aquello que ya todos sabemos y que otros muchos ya se han encargado de preguntarte sobre tu brillante carrera en el mundo de la moda. Así que antes de que establezcamos un dialogo sobre moda, mucha moda, quiero proponerte un sencillo pero apasionante juego.
Sería una especie de “quid pro cuo” en el que tú me das mucho a mí y yo en cambio poco o nada. Aunque a simple vista pueda resultar algo injusto Juan, a veces y sólo a veces sucumbo ante mis entrevistados ya que en este caso nos encontramos ante una de las figuras con mas relevancia en el panorama de la moda española.
Nuestro entrevistado de este mes no necesita presentación. Juan Vidal representa ese universo de diseñadores españoles con el que sobran las palabras, con el que te sumerges en ese delgado límite que separa la ambigüedad de la discreción, del que aprendes, al que terminas adorando y del que por supuesto, vamos a descubrir cuáles son las claves de ese hermetismo que lo sitúan en lo más alto del panorama de la moda en nuestro país.
He de deciros que así veo yo Juan, hermético, seguro de sí mismo, de cuáles son sus objetivos en la industria y de tener muy claro quién es y hasta dónde quiere llegar. Por ello y utilizando un término muy textil, vamos a comenzar “a sangre” con este bis a bis, que seguro se convierte porparte del diseñador en una clase magistral de sinceridad.
Cuando hablamos del Juan Vidal diseñador, me suelen venir a la cabeza varios términos que “digamos” suelen definir su personalidad como creativo y como persona. He encontrado palabras como ecléctico, arquitectónico, subjetivo o como yo mismo digo hermético. ¿Crees qué todas ellas, de alguna u otra forma definen la impronta que plasmas en tu trabajo a la hora de elaborar tus colecciones?
No todas las afirmaciones que hace la prensa me definen sin error. No soy todo lo que dicen de mi, ni todo lo que soy define mi trabajo. Son muchas las entrevistas, muchas las opiniones y muchas las observaciones, como para acertar de pleno en algo tan complejo como es definir un trabajo que evoluciona conforme avanzo en el tiempo. La moda no es estática, y mi forma de pensar tampoco.
En muchas ocasiones, has puesto a Japón como ejemplo de tu fuente principal de inspiración. Sabes que Diana Vreeland, decía que toda mujer debería tener una educación de geisha desde el punto de vista de la delicadeza y la elegancia y sin duda la elegancia es algo que forma parte de tu impronta a la hora de diseñar, por lo que quiero plantearte ¿Qué tiene Japón que no tenga Camerún?. Por decir algo…
Hay algo de eterno en la cultura oriental que despierta mi interés, es una cultura alejada y milenaria que traspasa el tiempo a través de una pureza de líneas, y convive con todos los avances tecnológicos y propuestas contemporáneas, por lo que como gran amante de los contrastes, y mi obsesión por la globalización y la multiculturalidad hacen de Japón un referente al que recurro asiduamente.
Y si seguimos hablando de geishas, de Diana Vreeland, de las mujeres que dan nombre e identidad a tus colecciones, de todas esas heroínas anónimas o no que te sirven como un referente casi imprescindible a la hora de crear y como no, de la figura de Gracia, tu propia madre como fuente de inspiración. ¿Qué tienen todas estas mujeres Juan, que no encuentras en los
hombres?
Encuentro el universo femenino igual de complejo que bello, completo e intenso, mágico y misterioso. La fragilidad y la fuerza son dos de los opuestos más emocionantes que respiro, nunca he afirmado que encuentre a los hombres menos interesantes, mi trabajo es un proyecto vivo, y el universo hoy en día cada vez entiende menos de géneros, por lo que hacia dónde vamos es algo que hay que abrazar con el pecho alto y una gran sonrisa.
En este universo femenino y detrás de cada una de estas historias de las que estamos hablando, hay delicadeza, esmero, vocación y mucha maestría pero… ¿Alguna vez más, te has replanteado volver a vestir al hombre o actualmente solo hay un hueco en tu corazón creativo para el género femenino?
No sólo es un deseo, si no que he creado piezas masculinas en infinidad de ocasiones. Mi forma de acceder a Mercedes Benz Fashion Week Madrid, a través EGO, en su momento, fue una colección masculina, con solo 5 vestidos femeninos.
Desearía poder diseñar por y para todos pero desafortunadamente son canales de venta totalmente diferentes, por lo que por el momento preferimos centrarnos en estabilizar nuestra línea femenina antes de emprender la otra vía de negocio.
Y hablando de corazón, he de confesarte que el mío esta libre, pero… ¿Y el de Juan Vidal?, ¿hay alguien “especial” que forme parte de él en ese día a día?...Ya sabes Juan, a sangre.
Tengo un corazón muy grande y una vida privada personal e intensa. Soy una persona apasionada y compleja, y procuro tener y mantener de forma honesta a las personas especiales que acompañan
mis días.
Ahora tomémonos un breve respiro y cojamos aire, porque tampoco pretendo convertir esta entrevista en una de esas columnas casposas de la prensa rosa que arañan las intimidades y dejan atrás el perfil profesional del entrevistado, que al fin y al cabo es lo que nos interesa a todos. Tienes una percepción muy aguda del estilismo a la hora de mostrarnos el trabajo en tus colecciones. ¿Cómo se siente el Juan Vidal que todos conocemos cuando se plantea la temática de una colección, mas diseñador o mas estilista?
No creo que sea un gran estilista, creo en la unión, en el equipo, en las personas con sensibilidad y pasión, escucho a todos y comparto todo, con la intención de quedarme con aquello que me convence. Por lo que la fórmula varía de forma constante según mi entorno, colección tras colección.
Los proyectos vivos nunca tienen una metodología idéntica a medida que avanzas en ellos.
Y aprovechando el paralelismo con la pregunta anterior, algunos de tus grandes referentes son Cristóbal Balenciaga y Franco Moschino, pero por tu visión de la estética y del negocio yo personalmentete veo también muy cercano a la figura de Paul Poiret ¿Tienes miedo de dejar de ser un diseñador, un artista, un creativo, para convertirte en un simple empresario
de moda?
Jamás podré convertirme en un empresario, primero porque no lo soy y segundo porque no lo siento.
En alguna ocasión he leído entrevistas en las que se aseveraba que hay grandes empresas del sector quepueden llegar a desvirtuar la propia esencia de la moda, que son capaces de dejar el arte aparte para centrarse más bien en el negocio. ¿Qué opina Juan Vidal de esto?
Que me vendría bien tener cerca personas que sean capaces de dejar el arte para centrarse en el negocio, porque así dejaría de ser un salvaje que solo se guía por la intuición, para convertirme en un salvaje que desea saltarse las nuevas reglas.
Puestos a seguir por este camino y navegando un poco por el indeseable mundillo de las criticas, ha habido ocasiones en las que se te ha tildado de “afrancesado”. Cierto o no Juan, si nos gustaría saber que pasarela o pasarelas internacionales podrían convertirse en un gran reto para tu firma.
Creo en el miedo, sin miedo te acomodas. Los retos son aventuras, las aventuras emocionan, lo que emociona se queda, y lo que se queda hace historia. Me han tildado de muchas cosas, y París siempre será un reto, pero sin lugar a dudas soy mediterráneo, porque nací, crecí, y sigo estando conectado a él.
Como ya te dije, en ocasiones puedo mostrarme implacable ante Maestros como tú, aun a sabiendas de que haya temas que puedan incomodarte, que puedan afectarte personalmente como cuando te tildaron de misógino por cierto comentario sacado de contexto o cuando se te criticó por fomentar la delgadez femenina. Tus heroínas no son así, ¿verdad Juan?
Con aquella experiencia tuve la oportunidad de descubrir lo extremadamente sensible y complejo que resulta hablar de este tema, como para volver a caer en ello. El universo femenino es igual de diverso que lo son mis propuestas.
Querido Juan, hemos llegado a un punto, en el que sin querer parecerme a esa malévola Elsa Maxwell que arrastraba por los años dorados de Hollywood las miserias y los escándalos personales de los/as grandes estrellas del cine, he de preguntarte por cual es tu relación con el resto de tus compañeros de profesión. En ocasiones surgen voces discordantes en la moda española, supuestas enemistades que intoxican y dañan el buen hacer de vuestro trabajo. Cierto es que no eres un hombre de entrar y salir, de dimes y diretes y que te caracterizas por dedicarte a trabajar antes de sucumbir a esas comidillas externas pero…¿Qué opina Juan Vidal de todo eso?
Soy difícil de conquistar, reacio a entregar mi amistad a la ligera, y un apasionado de mi trabajo. Mis compañeros tienen mi respeto, y algunos de ellos mi amistad. No entro en comidillas, ni lo pretendo. Tengo miles de asuntos que atender y poco tiempo que perder.
Mantener este bis a bis con el “niño bonito” de la moda española, o como yo mismo lo denominé en una ocasión “El Magnífico” es siempre un placer para los sentidos. Juan Vidal representa hoy por hoy todos esos sueños por cumplir, ese universo de feminidad, de elegancia, de buen hacer y sobre todo y por encima de todo, de constancia y entrega en el trabajo.
Ya sabes Juan, que al principio te propuse un “quid pro cuo” un tanto injusto, lo sé, pero mi intención no era otra que pudiéramos conocerte un poco mejor. Sin duda, ese halo de hermetismo que desde mi punto de vista te rodea, ha cumplido con todas las expectativas. He de decirte que ese es el precio que gustosamente pago por tratar con un Maestro que entiende el arte de la moda como nadie, porque sin duda, si hay alguien que juegue a ganar y tenga muy claros sus objetivos siempre serás tú.